Cuando niño siempre defendía mis principios ideas y mi honor, mis maestros y profesores le comentaban a mis padres lo importante que era amansarme por la agresividad y fuerza con las que rebatía al momento de exponer una idea y lo mucho que los refutaba.
Hoy veo que no es casualidad, el alma de un abogado no se forja cuando adulto es un germen que crece con el niño y es desarrollado si el padre sabe llevarlo.
Miro con gran tristeza como la profesión o para mi el arte que e elegido es dilapidado a causa de mercantilistas del embauco, graduaos en universidades de mensualidad cuyo único objetivo es tener posibilidades económicas escalar posiciones sociales y obtener puestos políticos.
Miro hacia atrás hoy casi ya 5 años que ingrese a esta honorable y solemne carrera y agradezco todo lo aprehendido más cuando escucho en la calle lo meritorio que es aún obtener un titulo de donde yo e decidido graduarme y más aún cuando sobre mi al igual que otros compañeros a recaído el honor de representar y decir a nivel internacional que nuestra casa de estudios es una d elas mejores de América.
Pero hoy me hacia una pregunta al mirar a tanto que como yo están en la facultad, por que estudian ? perseguirán el mismo interés que yo que es nutrirme del mas profundo conocimiento y expandir mis capacidades y devolver a la vida a través de la justicia todas las dichas que me ha dado, o muchos otros buscarán simplemente la opción de ganar dinero sin importar a costa de que algo si les aseguro siendo los mejores.
Para mi el derecho es mas que una ciencia es un arte, pero un arte que puede ser santo o diablo todo dependiendo como se use, el gran dilema es en que momento somos santos o diablos, si estamos siempre del lado de la ley o de la justicia o simplemente el abogado tiene principios mas claros y menos profundos que los demas seres humanos.
La realidad es que el estudio y la filosofía del pensamiento de un jurista cambia radicalmente y al final todos estamos deformados por el pensamiento abstracto e inmaterial que nos lleva a conclusiones difusas y variadas en busca de solucionar siempre un problema de tanto así que hasta la vida afectiva se transformar y todo conflicto se transforma en una oportunidad para ejercer, al final soy de la conclusión que el abogado que se enamora del derecho y la justicia siempre vera por los demás aunque esto sea su ruina y su pobreza peor al satisfacción de hacer lo correcto es el alimento más grandioso que existe para un abogado han sido para defender causas justas aunque la mayoría no lo consideren así.
Para finalizar, espero que el día que me toque escoger entre lo legal y lo justo mi criterio sepa elegir y los intereses económicos no absorban mi corazón por que entonces ese día mi vida será infeliz y con amargura detestare la solemne profesión que un día jure desempeñar solo para ayudar a los demás.
Hoy veo que no es casualidad, el alma de un abogado no se forja cuando adulto es un germen que crece con el niño y es desarrollado si el padre sabe llevarlo.
Miro con gran tristeza como la profesión o para mi el arte que e elegido es dilapidado a causa de mercantilistas del embauco, graduaos en universidades de mensualidad cuyo único objetivo es tener posibilidades económicas escalar posiciones sociales y obtener puestos políticos.
Miro hacia atrás hoy casi ya 5 años que ingrese a esta honorable y solemne carrera y agradezco todo lo aprehendido más cuando escucho en la calle lo meritorio que es aún obtener un titulo de donde yo e decidido graduarme y más aún cuando sobre mi al igual que otros compañeros a recaído el honor de representar y decir a nivel internacional que nuestra casa de estudios es una d elas mejores de América.
Pero hoy me hacia una pregunta al mirar a tanto que como yo están en la facultad, por que estudian ? perseguirán el mismo interés que yo que es nutrirme del mas profundo conocimiento y expandir mis capacidades y devolver a la vida a través de la justicia todas las dichas que me ha dado, o muchos otros buscarán simplemente la opción de ganar dinero sin importar a costa de que algo si les aseguro siendo los mejores.
Para mi el derecho es mas que una ciencia es un arte, pero un arte que puede ser santo o diablo todo dependiendo como se use, el gran dilema es en que momento somos santos o diablos, si estamos siempre del lado de la ley o de la justicia o simplemente el abogado tiene principios mas claros y menos profundos que los demas seres humanos.
La realidad es que el estudio y la filosofía del pensamiento de un jurista cambia radicalmente y al final todos estamos deformados por el pensamiento abstracto e inmaterial que nos lleva a conclusiones difusas y variadas en busca de solucionar siempre un problema de tanto así que hasta la vida afectiva se transformar y todo conflicto se transforma en una oportunidad para ejercer, al final soy de la conclusión que el abogado que se enamora del derecho y la justicia siempre vera por los demás aunque esto sea su ruina y su pobreza peor al satisfacción de hacer lo correcto es el alimento más grandioso que existe para un abogado han sido para defender causas justas aunque la mayoría no lo consideren así.
Para finalizar, espero que el día que me toque escoger entre lo legal y lo justo mi criterio sepa elegir y los intereses económicos no absorban mi corazón por que entonces ese día mi vida será infeliz y con amargura detestare la solemne profesión que un día jure desempeñar solo para ayudar a los demás.
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